viernes, 1 de octubre de 2010

EL ABANICO (Mi gran aliado)



No quiero ni pensar que seria de mí sin este simple artilugio,

Es mi salvación en algunos momentos del día, cuando comienza a subirme la temperatura corporal y un ardor se apodera de mi cuerpo, dando paso a un estado de angustia que me hace buscarlo con desesperación, para aliviar en parte los desagradables minutos que dura el sofoco.
Los tengo de todos los colores, tamaños y formas. Distribuidos por doquier, en todas las estancias de la casa, en la cocina cerquita de la Vitro, en el salón, al lado del mando de la tele, en el dormitorio, en la mesilla y así en cada rincón, no solo uno mejor a pares, por si en el momento critico uno se ha extraviado siempre encontrar otro a mano.
A pesar de ello en más de una ocasión he echado mano a un cartón, o cualquier cosa que pueda agitarse en el aire para producir un poco de fresco.


Y en los bolsos, ahí si que no me faltan, no puedo salir a la calle sin asegurarme que llevo al menos dos abanicos en el bolso, da igual sea invierno o verano, para mi es un instrumento de uso diario todo el año.


Como no me queda otra que soportar, el tiempo que la naturaleza quiera este problemilla, voy renovando mi flota de abanicos con las colecciones que algunos periódicos o revista regalan (con el aporte de algún euro). Últimamente estoy con la colección de los diseñadores españoles, que por cierto es muy bonita y de calidad.
Ahora un poco de información sobre la historia del abanico:


El origen de este artefacto es incierto y se pierde en el tiempo. Se podría afirmar que se halla en épocas prehistóricas, cuando el hombre descubre el fuego y para avivar las brasas recurre a agitar el aire con cualquier objeto a modo de abanico.

Los abanicos egipcios eran de gran tamaño, fijos, de forma semicircular, de plumas y de largos mangos. Su función era doble: por un lado servían para dar aire y, por otro, espantaban los insectos.
Por su parte, los romanos lo denominaban flabelo, recibiendo el nombre de muscaria los que se utilizaban para espantar las moscas.
El abanico era también conocido por incas y aztecas, pues entre los presentes de Moctezuma a Hernán Cortés figuraban seis abanicos de plumas.


En España, las primeras referencias del abanico aparecen en la Crónica de Pedro IV de Aragón (siglo XIV), en la que se cita como oficio de los nobles que acompañaban al rey "el que lleva el abanico". Estos abanicos eran rígidos y de forma redondeada, empleándose generalmente como materiales la palma, la paja, la seda y las plumas de pavón.

Entre los presentes de Colón a Isabel la Católica al regreso de su primer viaje a América, figura un abanico de plumas.


En China la tradición del abanico es milenaria, remontándose a tiempos del año 2697 a. C

En Occidente, durante la Edad Media, el abanico o "flabelum" pasa a formar parte de la liturgia cristiana, empleándose en la consagración para proteger la Eucaristía de los insectos y refrescar al celebrante. Después del siglo. XIV el flabelo cae en desuso en la iglesia romana (reservándose solamente para misas solemnes y procesiones papales hasta su desaparición definitiva después del Concilio Vaticano II), pero se conservó en las iglesias griegas y armenias donde recibe el nombre de "ripidio".

Con el paso del tiempo el abanico se fue convirtiendo en un objeto indicativo de poder. Gran importancia tiene la calidad artística de sus telas, que le dio un gran valor. Fue pieza fundamental en los salones de la época, como complemento de moda femenino. En España, el abanico ha reflejado como un diario hechos políticos, históricos y sociales, además de servir como punto de mira predilecto de escritores como Zorrilla o pintores de la talla de Goya, Dalí o Sorolla, entre otros.

     PARTES DEL ABANICO


Combinando formas, materiales y decoración los posibles estilos de abanicos son prácticamente inagotables, de plumas, de bambú, de de marfil, etc.


Cuando en la fabricación del abanico se mezclan materiales tales como maderas nobles, Palo santo, Palo rosa, Ébano, Nacarina y encajes, se obtienen piezas de gran belleza.
En a actualidad en Valencia (España) se concentra más del 95 % de la producción de abanicos.
Curiosamente en el escudo del Valencia C.F. se representa un murciélago con las alas abierta, que recuerdan un abanico.


LENGUAJE DEL ABANICO

Los antecedentes de tan peculiar lenguaje se remontan al siglo XVII y aquí vemos rescatado parte de este lenguaje que le dio carácter como "arma de seducción"

Apoyar los labios en los padrones del abanico: "No me fío".
Abanicarse muy despacio: "Me eres indiferente".
Pasar el dedo índice por las varillas: "Tenemos que hablar".
Abanicarse con la mano izquierda: "No coquetees con esa".
Salir al balcón abanicándose : "Saldré luego".
Retirar el cabello de la frente: "No me olvides".
Entrar a la casa cerrando el abanico: " Hoy no saldré de casa".
Si se golpea en la palma de la mano el abanico: "Quiéreme".
Abanicarse lentamente: "No hay nada que hacer, no me importas".
Abanicarse rápidamente: "Te quiero mucho".
Pasarse el abanico de una mano a otra: "Veo que miras a otra".
Llevarlo colgado y cerrado de la mano izquierda: "Estoy comprometida".
Cerrado y colgado de la mano derecha: "Deseo novio".
Cerrarlo rápidamente e impetuosamente: "Estoy celosa".
Si se deja caer el abanico: " Te pertenezco".
Apoyar el abanico en el corazón: " Te amo y sufro".
Si se entreabre cubriendo el rostro: " Nos vigilan".
Si se golpea un objeto cualquiera : " Estoy impaciente".
Taparse el sol con el abanico: "Eres feo".
Mirar detenidamente la pintura del abanico: "me gustas".

                       


Imagenes de Internet
Información Todo abanicos.com
Protocogo.org.

16 comentarios:

  1. Vaya entrada completita sobre este artilugio que personalmente no utilizo :)
    Me molesta tener algo en la mano, y me pone nerviosa, incluso cuando alguién lo utiliza cerca de mi. Curioso.
    Sin embargo llama la atención lo arragaida que está esta constumbre en el pais.
    Como colección me parece magnífica, y desde luego hay verdaderas joyas y realmente es muy femenino. Me encantó especialmente el resúmen que hiciste sobre el lenguaje. Intentaré fijarme en las damas que lo llevan. Pero esto será para el verano que viene:)
    Un post muy bien trabajado, tanto que dan ganas de comprarse unos cuantos.
    Un beso y feliz finde

    ResponderEliminar
  2. Hola Luisa, has dado en mi punto flaco, me encantan los abanicos, yo tambien tengo una pequeña colección de ellos ya no para recurrir a quitarme sofocos con tu urgencia, pero si que llevo uno en cada bolso en verano.
    Hay verdaderas maravillas en estas fotos que nos expones en tu entrada.
    Hoy e disfrutado viendo estos artilujios que nos alivian cuando más se necesita.

    Un beso guapa.

    ResponderEliminar
  3. Pronto dejarás de necesitar el abanico.

    Por cierto, a dos kilómetros de mi casa existe un pueblo llamado Aldaia que concentra un notable número de fábricas de abanicos, aquí llamados "palmitos", centros por los que a veces, me gusta perderme. Es impresionante el pintado a mano de los mismos.

    Jo!

    Ana tiene cerca de una treintena de ellos. Casi que los colecciona.

    Un beso.

    ResponderEliminar
  4. Menuda exposición que nos has regalado hoy!!!me ha encantado ya que yo soy también una incondicional de este arte de abanicarse. Ahora mismo tengo bien cerquita el de Jesus del pozo, me encanta la colección, son grandes y ágiles. Que sería de nosotras las mujeres españolas sin nuestros abanicos, sobre todos las que somos del sur.

    Un abrazo amiga, te felicito por la entrada.

    ResponderEliminar
  5. Hola Cordobesa te invito a jugar siempre que te apetezca. Pásate por mi blog
    http://katy-tocandootrospalillos.blogspot.com/2010/10/cuales-son-tus-amores.html
    Un beso y buen finde

    ResponderEliminar
  6. Me gustan mucho los abanicos, y lo digo mucho, y nadie me regala un abanico. ¡Será posible! y mira que los hay preciosos, pues nada.
    De todas formas, yo me compro algunos, dentro de mis limitaciones económicas en esa partida presupuestaria. Así es que tengo dos o tres cajoncitos con abanicos, y cojo el que le viene bien a los colores con los que me visto. Ahora no, que ya va refrescando.
    tienes unos abanicos muy bonitos.
    Disfrútalos.

    ResponderEliminar
  7. Enhorabuena a Córdoba por la candidatura a la capital Europea, Se lo merece.

    ResponderEliminar
  8. Todo un mundo detrás de un aire acondicionado... jajaj (a condición de que lo muevas...)


    Saludos y un abrazo.

    ResponderEliminar
  9. Katy si que es curioso que no te llamen la atención los abanicos, y que no te agrade que los utilicen cerca de ti ¡con lo femenino que es el abanico!, en fin cada uno tiene sus gustos.
    Aquí en Andalucía es un objeto de uso obligado, por el clima que tenemos. Pero además de necesario es un complemento, que a la mayoría de las mujeres nos gusta lucir.
    Gracias por tu comentario y un abrazo.

    ResponderEliminar
  10. Hola Sonrisa, hay verdaderas obras de arte y de gran valor en los abanicos, algunos de los que se ven en la entrada lo son.
    Yo los que tengo son bonitos, pero de poco valor, para darme un poquito de fresco todos valen je jeje.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  11. ¡Ay Alfonso, que suerte tenéis los hombres! la de problemillas que os ahorráis...
    Al tener tan cerca la "cuna" de los abanicos, Ana no tiene más remedio que tener buenos ejemplares. Seguro que su colección es preciosa.
    Fíjate...no sabia que llamaran "palmitos" a los abanicos, y mira que he buscado datos en la red.
    Un abrazo para los dos.

    ResponderEliminar
  12. Lola, yo también tengo el de Jesús del Pozo, (ha sido el primero de la colección) y es muy bonito, tendremos paciencia hasta reunirlos todos.
    A parte de la necesidad que tengo de ellos, siempre me han gustado y los he usado.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  13. Gracias Katy por invitarme al juego, iré a ver de que se trata. Besos

    ResponderEliminar
  14. Mª Ángeles, bienvenida a este rinconcito y gracias por dejar tu comentario.
    Tengo que aclararte que los abanicos que salen en el post, no son míos son abanicos antiguos de gran valor (que mas quisiera yo jejeje) mi colección es mucho mas modesta.
    La verdad es que hay abanicos preciosos aunque no sean muy valisos, pero por el colorido o la forman llaman la atención.
    Yo también procuro escoger el que me vaya mejor a la vestimenta que lleve puesta (coquetería femenina).
    Espero verte en alguna otra ocasión por aquí, un abrazo.

    ResponderEliminar
  15. ¡Ay Mª Ángeles¡ Hemos dado un paso mas hacia esa candidatura de Capital Cultural Europea, que todos los cordobeses anhelamos. Esperamos poderlo conseguir el próximo mes de Julio. Es difícil, pero no imposible. Tenemos que recordar que Córdoba fue lugar de convivencia de culturas muy importantes. Te agradezco como cordobesa el detalle de tu felicitación. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  16. Hiperión un aire acondicionado muy barato, y con energía renovable (movimiento de muñeca) jejeje. Un abrazo paisano.

    ResponderEliminar