Leonardo Da Vinci (1452-1519), el gran genio artístico del Renacimiento, tenia gran pasión por la cocina .Su afición puede que le viniera de su padrastro Piero de Vaca que era repostero. Se adelantó a su tiempo creando nuevas recetas y proyectando diversos tipos de ingenios mecánicos. Desde muy joven para completar sus ingresos, trabajó sirviendo comidas en la taberna " Los tres caracoles" Las grandes innovaciones que introduce en la cocina no son comprendidas por sus clientes habituales lo que le obliga a dejar el cargo para salvar la vida.
Marcho a Milán y fue nombrado jefe de maestros de festejos y banquetes de Ludovico el Moro, Gobernador de Milán.
Allí, empezaron a hacerse famosas sus recetas e inventos para la cocina Como el asador automáticos, cortadora de berros, extractor de humos, picadora de carne, extintores de incendios, olla Express.. Aunque la pasta, uno de los platos típicos de la cocina italiana, la inventaran los chinos, a Leonardo puede atribuírsele el invento de una máquina que hacia la pasta en forma de cuerda (espaguetis). Para poder comerlos ideó el tenedor de tres pinchos.
Para crear “La Santa Cena” y esto explica su personalidad perfeccionista, pasó aproximadamente un año, antes de comenzar a pintar, pensando que es lo que podrían haber ingerido y que utensilios podrían haber utilizado estos comensales tan notables. Para investigar esta duda que tenía pasó varias semanas en la cocina de una abadía. Tal vez esto y otras experiencias lo llevaron a escribir el Codex Romanoff,
Leonardo al observar las conductas de los asistentes a los festejos y banquetes de sus señores creó una lista de recomendaciones que les da a los comensales de su señor mecenas Ludovico para mejorar las formas en la mesa, este es el Codex Romanoff.
• Ningún invitado ha de sentarse sobre la mesa, ni de espaldas a la mesa, . ni sobre el regazo de cualquier otro invitado
• Tampoco ha de poner la pierna sobre la mesa.
• Tampoco ha de sentarse bajo la mesa en ningún momento.
• No debe poner la cabeza sobre el plato para comer.
• No ha de tomar comida del plato de su vecino de mesa a menos que antes haya pedido su consentimiento.
• No ha de poner trozos de su propia comida de aspecto desagradable o a medio masticar sobre el plato de sus vecinos sin antes preguntárselo.
• No ha de enjugar su cuchillo en las vestiduras de su vecino de mesa.
• Ni utilizar su cuchillo para hacer dibujos sobre la mesa.
• No ha de limpiar su armadura en la mesa.
• No ha de tomar la comida de la mesa y ponerlo en su bolso o faltriquera para comerla más tarde.
• No ha de morder la fruta de la fuente de frutas y después retornar la fruta mordida a esa mismo fuente.
• No ha de escupir frente a él.
• Ni tampoco de lado.
• No ha de pellizcar ni golpear a su vecino de mesa.
• No ha de hacer ruidos de bufidos ni se permitirá dar codazos.
• No ha de poner los ojos en blanco ni poner caras horribles.
• No ha de poner el dedo en la nariz o en la oreja mientras está conversando.
• No ha de hacer figuras modeladas, ni prender fuegos, ni adiestrarse en hacer nudos en la mesa (a menos que mi señor así se lo pida).
• No ha de dejar sueltas sus aves en la mesa.
• Ni tampoco serpientes ni escarabajos.
• No ha de tocar el laúd o cualquier otro instrumento que pueda ir en perjuicio de su vecino de mesa (a menos que mi señor así se lo requiera).
• No ha de cantar, ni hacer discursos, ni vociferar improperios ni tampoco proponer acertijos obscenos si está sentado junto a una dama.
• No ha de conspirar en la mesa (a menos que lo haga con mi señor).
• No ha de hacer insinuaciones impúdicas a los pajes de mi señor ni juguetear con sus cuerpos.
• Tampoco ha de prender fuego a su compañero mientras permanezca en la mesa.
• No ha de golpear a los sirvientes (a menos que sea en defensa propia).
• Y si ha de vomitar, entonces debe abandonar la mesa.
El cuchillo
Es el primero de los elementos que aparece en la cubertería moderna de la Edad Media. En el caso de las clases más bajas, el cuchillo era más que suficiente para cortar la comida, ya que la carne generalmente se engullía, evitándose así su descomposición. En las cenas con invitados, el cuchillo que utilizaba cada uno siempre era el propio de cada uno, y nunca era proporcionado por el anfitrión. Junto al plato se disponía de un tazón de agua donde los comensales podían lavarse constantemente las manos.
Su empleo como arma, en las épocas posteriores, alarmó a algunos gobernantes como Felipe V, quien en el siglo XVIII mandó prohibir el uso de puñales y cuchillos. En el reinado de Carlos III se penaba con dos años de presidio la primera vez que se usase un arma de filo y con seis años de cárcel a los reincidentes. Estas medidas frenaron el uso del cuchillo.
En el siglo IXX Se hizo muy popular y era muy habitual llevar uno como parte de la indumentaria normal, es en esta época de la historia cuando aparecieron la mayoría de las versiones especializadas de cuchillos y navajas que se conocen en la actualidad.
La cuchara
De orígenes poco precisos, podemos decir que es uno de los instrumentos más antiguos de los que se ha valido la humanidad tanto para comer, como para servir, aunque en un principio contase con formas muy dispares. Algunos expertos opinan, que desde el Paleolítico los hombres ya utilizaban diferentes tipos de utensilios para poder tomar los alimentos (sobre todo alimentos pastosos o líquidos). Unas veces con forma de pala y otras con un poco más de concavidad. Pero todas tenían la misma función, poder tomar ciertos alimentos que no era posible tomar pinchándoles.
Los romanos usaban cuchara, aun cuando ésta no tenía la forma moderna. Se trataba de pequeñas espátulas de madera o marfil, que llamaban "cocheare" término provinente del latín. Después de los romanos, los primeros en hacer uso de la cuchara fueron los suizos, posteriormente los españoles y a éstos le siguieron todos los demás.
En las mesas de los ricos del siglo XIII, las cucharas solían ser de oro, plata, cristal, coral... y adoptaban formas redondeadas y bastante planas, y en ocasiones demasiado grandes, lo que obligaba a la gente abrir mucho la boca para servirse de ellas. Pero desde comienzos del siglo XIV adquirieron la forma ovalada que aún las caracteriza y que facilitó su uso, la cuchara pasó a formar parte de las costumbres refinadas de la aristocracia de la Europa del Gótico.
El tenedor
El primer tenedor sería más parecido a un pincho, de un solo diente. Fue mandado fabricar por una Princesa Bizantina llamada Teodora. Las razones de esta tardanza son achacables a múltiples causas. Inicialmente, la Iglesia lo consideró instrumento diabólico, pero su uso se propagó rápidamente. A su vez, la comida hasta entonces había sido cortada por sirvientes esclavo -scissor, carptor, structor- que los cortaba ya en pequeñas porciones o por nobles menores, en caso de reyes y príncipes, de tal manera que las porciones eran ideales para ser agarradas con la mano sin problema alguno.
En España, aunque se tiene constancia de su aparición en el siglo XV, el uso del tenedor no se extenderá hasta el siglo XVIII, fecha en la que su uso se extiende por todo Europa, y fecha también, a partir de la cual, los tenedores fueron teniendo paulatinamente dos, tres, y cuatro diente.
Pese a los tímidos intentos de introducir la costumbre del uso del tenedor desde principios del siglo XI en Europa, no se generaliza hasta ya entrados en el siglo XVIII, cuando los comensales empiezan a utilizar su propio plato, vaso, cuchillo, cuchara, tenedor y servilleta (que debía colgarse sobre el pecho y no anudarse alrededor del cuello), y a comer su propio pan.
La Copa
Aunque los primeros recipientes para beber cerveza (anterior al vino) de tipo jarra se remontan al 3000 a. C., hasta el II milenio a. C. no se puede comenzar a hablar de copas propiamente dichas.
Romanos y fenicios usaban una única copa para toda la familia, que se colocaba en mitad de la mesa para uso de todos. Debido a su alto precio, sólo las familias ricas podían permitirse una, normalmente de lujo y muy pesada.
La situación cambió con la aparición de la técnica consistente en soplar el vidrio, que hizo más asequible poseer copas de vidrio, aunque seguían siendo caras además de frágiles. Con el paso del tiempo las técnicas evolucionaron y el precio del vidrio, bajó y por tanto las copas.
En el Renacimiento se produjeron nuevos diseños realmente espectaculares con nuevos materiales e incrustaciones. Durante el siglo XVII se cambia el vidrio por cristal, más brillante y más maleable que éste
La copa para beber data del siglo XVII; la botella, tal como la conocemos, de mediados del siglo XVIII. Hacia 1750 los ricos bebían en copas de cristal de Bohemia y de Venecia; en las casas burguesas y en las buenas posadas, en cubiletes o en tazas de porcelana, de gres o estaño; en las tabernas, los cubiletes eran de madera.
La Servilleta
La Servilleta, fue inventada por Leonardo según consta en el libro "Notas de cocina de Leonardo Da Vinci", compilación hecha por Shelagh y Jonathan Routh.
“Al inspeccionar los manteles de mi señor Ludovico, luego que los comensales han abandonado la sala de banquetes, hállome contemplando una escena de tan completo desorden y depravación, más parecida a los despojos de un campo de batalla que a ninguna otra cosa, que ahora considero prioritario, antes de pintar cualquier caballo o retablo, la de dar con una alternativa.
Ya he dado con una. He ideado que a cada comensal se le dé su propio paño que, después de ensuciado por sus manos y su cuchillo, podrá plegar para de esta manera no profanar la apariencia de la mesa con su suciedad.”
Pero con gran inquietud del maestro Leonardo, nadie sabía cómo utilizarlo o qué hacer con él. Algunos se dispusieron a sentarse sobre él. Otros se sirvieron de él para sonarse las narices. Otros se lo arrojaban como por juego. Otros, aún envolvían en él las viandas que ocultaban en sus bolsillos y faltriqueras. Y cuando hubo acabado la comida, y el mantel principal quedó ensuciado como en ocasiones anteriores, el maestro Leonardo dudo de que su invención lograra establecerse.
Curiosidades
-A partir del reinado de Isabel la Católica los hombres y las mujeres comenzaron a comer en la misma mesa, con el riesgo de la supuesta promiscuidad. Se lavaban las manos en palanganas de plato y luego se rezaba una oración. Entonces era permitido escupir en el suelo, limpiarse las manos con migajón de pan y comer con el sombrero puesto, costumbres que fueron modificándose a través del tiempo…
-En España y Portugal, para los caldos y sopas, se utilizó durante mucho tiempo un pan llamado "Mense", que servía de plato para el caldo y finalmente de comida una vez terminada la sopa. Justamente de éste pan nace la palabra mesa. Los modales también estaban presentes a la hora de utilizar los condimentos. Así, el comensal debía mantener su dedo meñique limpio y seco para con ello poder utilizarlo a modo de cucharilla y transferir el aderezo a su plato sin dejar residuos de comida o líquido en el tarro que los contenía. En referencia a la distribución de las copas, se ponía una copa cada dos invitados, quienes la compartían por ser familiares (de ahí que fuese una regla de buena conducta limpiarse la boca antes de beber).
-A finales del siglo XVII se generalizó el uso de cambiar la cuchara cada vez que había empleado para servirse de una fuente (por eso en protocolo se dice que uno se debe servir con los cubiertos de la propia bandeja o fuente y no con los de uno). Este hecho obligaba al anfitrión a disponer de gran número de cucharas, por lo que finalmente se optó por crear un modelo de gran tamaño, cuya única misión era servir la sopa o las salsas de la fuente en los platos, evitando la utilización de muchos cubiertos distintos.
Desde entonces, el mojar el pan directamente en las salsas o servirse de ellas en el plato con la cuchara de la sopa, comenzó a percibirse como un comportamiento propio de rústicos (y hoy en día ocurre lo mismo, que no es correcto mojar pan en salseras y fuentes comunes, sino que debe servirse uno en su plato la cantidad que desee.
-En los grandes banquetes y convites que los más pudientes organizaban para su deleite, o en honor de alguien, los criados servían en las copas a todos los invitados y el anfitrión alzaba su copa y tomaba un trago, como señal de que aquella bebida era buena y no tenía veneno alguno. Por aquel entonces, la mejor forma de eliminar a los enemigos era envenenar la bebida. Este puede ser uno de los orígenes del actual brindis.
-Durante la Edad Media se creía que bastaba con beber de una copa hecha con el cuerno de un unicornio para librarse del mal causado por cualquier veneno.
Fuentes: Protocologo.com
portalplanetasedna.com.
wikipedia.org
Luisa, que interesante información nos has traído, leí hasta la mitad, mañana vuelvo y continúo.
ResponderEliminarLeonardo no deja de sorprenderme, no sabía nada de ésto.
Abrazos!
HOLA LUISA!
ResponderEliminarPOR LO MÁGICO DE TU BLOG TENÉS UN REGALO ESPERÁNDOTE!
ABRAZOS!!!
Una entrada muy interesante y curiosa.Es algo por lo que nunca me dio por imteresarme, y con tu entrada he descubierto la cantidad de historia que desconocemos. un beso
ResponderEliminarCuando lees cosas como esta piensas en como ha sido posible que la gente no muriera de una infección o de simple asco. Cuanta suciedad y guarrería, yo sería incapaz de sentarme siquiera a una mesa similar. Muy instructiva la entrada.
ResponderEliminarUn beso guapa.
Menudo manual de buena educación...no te acostaras sin saber una cosa más...jajaja.
ResponderEliminarGracias por acercarnos un poquito a la EDAD MEDIA
Un beso guapa
CORDOBESA...
ResponderEliminarJo¡ menudo post te has marcado querida paisana. Solo lo puedo calificar de una forma: Excelente. Me has aportado muchísimos datos que no conocía. Sobre todo me ha hecho esbozar una sonrisa la lista de buenos modales en la mesa, había que verlos comer¡ Magnífico.
Un fuerte abrazo
Hola Cordobesa, esto no es un post, es un tratado de urbanidad y de buenos modales en toda regla además de nociones sobre el arte de del buen comer.
ResponderEliminarAlgunos se han quedado obsoletos, otros los hemos asimilado a nuestra cultura y otros sería muy importante recuperalos. Porque mira que comemos de cualquier manera.
Lo de mojar en plato el aceitito de oliva es un vicio y tenía que permitirse:)
Me ha encantado leerte.
Besos
¡Menudo reportaje Cordobesa!
ResponderEliminarMuy interesante y completo.
¿Sabes? siempre me gustaron estas cosas del protocolo en la mesa. Saber dónde se colocan los cubiertos, el pan, las copas...
Me parece muy interesante.
Un beso.
hola amiga. Esto del protocolo es muy interesante y este señor Da vinci es un gran personaje. Pero encuentro todo esto muy vanal, es igual que cuando vas a cualquier boda o acto y te ponen 10 vasos o copas y al final solo coges dos. Esta bien estas cosas pero digo yo... ¿Para quién son utiles ?
ResponderEliminarEn la casa de cada uno como vas a poner estas cosas tan bien ordenadas y con su sentido ,,,jajajajaja.¡ Estaria bonito !.
Amiga, eso no quita que sea interesante. besos.
Menudo trabajo recaudar semejante información. Me he divertido un montón leyendola. Animo y que siguas instruyendonos...Un besote.
ResponderEliminarEste post de hoy es muy interesante Luisa, con tantas cosas curiosas sobre Leonardo da Vinci y el protocolo en la Edad Media, hace unos años hice un cursillo de protocolo y la verdad es que lo disfruté mucho, ¡aunque luego no lo practique demasiado! Un beso,
ResponderEliminarAdriana quizás me he extendido demasiado en el post, pero es que todo lo veía interesante, y eso que he tomado una parte de las muchas cosas curiosas que he encontrado de esta época y de Leonardo, que fue un hombre adelantado a su tiempo y nos deja sorprendidos con su inteligencia y creatividad. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Tihada por tu regalo, es un detalle que me alegra. Paso a recogerlo enseguida. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarAlma Gitana, bienvenida, muchas gracias por pasar por aquí y hacerte seguidora.
ResponderEliminarLa historia tiene muchas cosas que son agradables de leer y gustan saber, cosas curiosas que llaman la atención y esas son las que a mi me gusta rebuscar y compartir. Un besito y pasare a devolverte el detalle de tu visita, que hay que ser agradecidos.
Estoy de acuerdo contigo, compartir aquellas mesas tendría que ser para estómagos fuertes, ni para el tuyo ni el mío.
ResponderEliminarHay que pensar que no había otra cosa, que la vida era así, y a lo mejor no tenían tantas infecciones como nos pensamos.
De todas formas no concibo una comida sin un mínimo de corrección en el comportamiento y en el uso de los utensilios de la mesa.
Sabes que siempre me alegro muy especialmente de verte por aquí, un besazo guapa.
Mari Carmen, si es verdad que en algunas ocasiones se ven comportamientos en la mesa que me sorprende.
ResponderEliminarPero nunca he visto a nadie llegar a los extremos de las situaciones que se dan en este código, menos mal jijiji. Eso de "no deberá prender fuego a su compañero mientras permanezca en la mesa" me parece tremendo. Al menos en algo se ha mejorado y podemos comer tranquilos. Un besito cielo.
Sonrisa gracias a ti por estar siempre por aquí.
ResponderEliminarNunca esta de mas saber cosas, y si son curiosas y nos distraen mucho mejor. Un besito.
Félix gracia paisano, eres muy amable tus palabras me animan, vienen de una persona que nos sorprende continuamente con cosas interesante, y que te guste mi post, me alegra.
ResponderEliminarUn abrazo cariñoso.
Katy si que hay cosas que se debían permitir, además de mojar una sopita, que sabe a gloria, en una buena salsa, el chupar algún huesecillo como el de los rabos de ternera eso no debe estar mal visto.
ResponderEliminarAunque en algunas ocasiones los modales dejen que desear por suerte no se llega a los extremos de la Edad Media te imaginas al comensal que este a tu lado intentando soltar en la mesa un escarabajo u otro bicho repugnante jejeje. Mejor no pensarlo, un besito.
Si que es interesante Elena saber donde va cada cosa, sobre todo cuando tenemos que poner más de dos copas y cubiertos que ya nos hacemos un pequeño lío con la izquierda y la derecha.
ResponderEliminarEl protocolo, pienso yo, es para momento concreto y especial, lo mejor es tomar unas normas básicas y mínimas de buenas maneras y disfrutar de la comida, que a veces con tanto protocolo, te quedas a medio comer o no lo haces a gusto.
Un abrazo, me encanta tenerte siempre aquí.
Silencio...que razón tienes, "mas comida y menos manteles" que decía mi madre.
ResponderEliminarEl protocolo para los momentos justos, pero para andar por casa, con tener corrección en el comportamiento es suficiente, y sobre todo disfrutar comiendo sin necesidad de estar pendiente de los detalles.
Un abraso guapa.
Lola si que tiene un poquillo de trabajo, tomar cosas de aquí y de allá para luego juntarlo todo y que tenga un poco de sentido, lleva su rato, pero me distrae y aprendo.
ResponderEliminarProcuro que sean cosas amenas y nada pesadas para que sea agradable leerlas, como veo que a la mayoría os a ha parecido así, estoy satisfecha.
Un fuerte abrazo.
Hola Nieves, el protocolo es para las personas que a veces tienen que sufrirlo, por que no me digas que comer en un ambiente remilgado y estricto no debe ser muy agradable. Yo prefiero lo sencillo, con corrección y buena compañía se disfruta mucho mas una comida que con tanto protocolo.
ResponderEliminarUn abrazo guapa.
es muy interesante tu post, yo no sabia que Leonardo Davinci estuvo un año estudiando el cuadro que despues pintaria como la Santa Cena me ha encantado conocer detalles de este artista tan especial.
ResponderEliminarun fuerte abrazo
Muy interesante Luisa, eran otros tiempos...pero algunos deberian de aprender hoy todavia muchas cosas en la mesa. ¡¡¡PASAME ESE RABO DE TORO POR dIOSSSSSSSSS!!!
ResponderEliminarLauisa, amiga, un gran trabajo nos has ofrecido, gracias.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, he aprendido mucho y me he enterado de muchas cosas que no sabía.
A mi el protocolo siempre me ha llamado mucho la atención.
He tenido ocasión de conocer a la jefa de protocolo del Congreso de Diputados, y me ha regalado un libro precioso....
De todo lo que cuentas, me llaman la atención dos cosas. Primero, El Ingenio de Davinci, en todos los campos. Es inaudito que todo le interesara a este hombre...
Luego, el Codex Romanoff. Me he reído mucho, es que no tiene desperdicio...
Si no fuera, porque si as aconseja no hacer esas cosas, es porque las hacían, parecería que era una caricatura de la sociedad de la época.
Que bárbaros......
Bueno, que repito, me ha encantado.
Enhorabuena por el trabajo y gracias por compartirlo.
Un besito
Que curioso... Siempre un placer pasar por tu universo virtual...
ResponderEliminarSaludos y un abrazo enorme.
Leonardo da Vinci fue un gigante del Renacimiento. Un hombre apasionado por el mundo que le rodeaba. Un hombre deseoso de hacer milagros. Increíblemente, a veces se sentía descorazonado por no haber hecho más cosas en su vida. Soñaba con construir un aparato para volar. ¡Pero estaba atrapado en el siglo XV!
ResponderEliminar¡Buen fin de semana!
Muy interesante, esta entrada me ha encantado. Luisa, tu siempre tocando con magníficos temas, gracias guapa!!
ResponderEliminarDe paso, quiero decirte que durante unos días no entraré en mi blog ya que me voy a hacer el Camino de Santiago.
Bueno reina, hasta dentro de poco!!
Un besico!!
"Allí donde no hay poesía, no hay toreo!
ResponderEliminarSalud!
Neni Da Vinci es una caja de sorpresas, yo también he descubierto muchas cosas de el, buscando para hacer esta entrada. Me alegra te haya gustado. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias a ti Luna por pasar por aquí con interés. Yo se que tu sabes mucho de protocolo y del actual no del de antaño que como vez, eran unos bestias.
ResponderEliminarEs bueno que todos compartamos cosas, nunca dejamos de aprender, y eso esta bien.
Un gran abrazo.
Hiperion, tu visita siempre es un placer para mi. Gracias. Un abrazo.
ResponderEliminarCarlos, recopilando datos de este genio Da Vinci, me preguntaba si hubiese nacido en estos tiempos con los adelantos que hay y su ingenio, que no hubiese descubierto este hombre.
ResponderEliminarHasta pronto un abrazo.
Carmen ya pase por tu blog a desearte suerte, pero te lo repito desde aquí, que tengas un buen camino, que no tengas ningún tropiezo y llegues feliz ante el Santo. ¡¡MUCHA SUERTE Y UN FUERTE ABRAZO!!
ResponderEliminarOlivier, bienvenido a mi espacio, gracias por pasar por mi casa e iré a visitarte, para conocerte un poco mas, pero me doy cuenta que debes ser un poeta andaluz de pura cepa. Saludos.
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