jueves, 15 de octubre de 2009

SANTA TERESA DE JESUS

Santa Teresa de Jesús, (Teresa de Cepeda y Ahumada) nació en Ávila en el año 1515 reformadora del Carmelo, Madre de Las Carmelitas Descalzas y de Los Carmelitas Descalzos. Desde niña quería alcanzar el Cielo aunque ello le supusiera ser mártir en el nombre de Jesús. Tenía una salud débil y padecía varias enfermedades. Ingreso en el Convento de Ávila cuando cumplió 20 años, aun a pesar de no ser del agrado de su padre. Poco después de pertenecer a la comunidad de Carmelitas Descalzas, cayo gravemente enferma y en ese tiempo se dedico a leer y a practicar la oración mental y meditar.
A los tres años de estar enferma encomendó a San José que le consiguiera la gracia de la curación, y de la manera más inesperada recobró la salud. Nuestro Señor le aconsejó en una de sus visiones: "No te dediques tanto a hablar con gente de este mundo. Dedícate más bien a comunicarte con el mundo sobrenatural". Teresa quería que los favores que Dios le concedía permanecieran en secreto, pero varias personas de las que la rodeaban empezaron a contar todo esto a la gente y las noticias corrían por la ciudad. Unos la creían loca y otros la acusaban de hipócrita, de orgullo y presunción. San Pedro Alcántara, uno de los santos más famosos de ese tiempo, después de charlar con la famosa carmelita, declaró que el Espíritu de Dios guiaba a Teresa. Fundo muchos conventos repartidos por toda España todos ellos de pocas hermanas dedicadas por completo a la oración. Paso por CORDOBA y según escuche de un sacerdote en su homilía estuvo en la iglesia de San José y Espíritu Santo cuando solo era una capilla en medio del camino, y también contaba que hizo un comentario sobre el calor que hace en Córdoba, diciendo que los cordobeses no iremos al purgatorio porque lo estamos pasando aquí con el calor que padecemos, no se cuanto de cierto tiene esto, pero supongo que al decirlo un sacerdote en la misa debe de tener su certeza de veracidad. Esta Santa murió 1582 y fue nombrada Doctora de la Iglesia en 1970 por el Papa Pablo VI. Es la patrona de los escritores.

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